Muchas personas preguntan si la luz azul de los aparatos electrónicos como pantallas de TV, teléfonos y tablets aumenta el riesgo de degeneración macular asociada a la edad y de ceguera.
La luz azul es una luz visible con una longitud de onda entre 400 y 450 nanómetros. Como su nombre indica, este tipo de luz se percibe de color azul. Sin embargo, la esta luz puede estar presente incluso cuando la luz se percibe como blanca o de otro color.
La luz azul es preocupante porque tiene más energía por fotón de luz que otros colores del espectro visible, es decir, la luz verde o roja. Por lo tanto,esta luz en dosis suficientemente altas, tiene más probabilidades de causar daños cuando es absorbida por diversas células de nuestro cuerpo.
La mayoría de las fuentes de luz incandescente, como la luz solar, tienen un amplio espectro de luz. Sin embargo, los diodos emisores de luz (LED) producen picos de luz relativamente estrechos que son elaborados por el fabricante. Esto permite que la luz de los LED se perciba como casi indistinguible de la luz blanca, o luz del día. (También pueden hacerse para imitar las fuentes de luz artificial tradicionales).
En realidad, los LED blancos pueden emitir más luz azul que las fuentes de luz tradicionales, aunque la luz de las pantallas no sea percibida por el usuario. Es poco probable que esta luz azul suponga un peligro físico para la retina. Pero puede estimular el reloj circadiano (su reloj biológico interno) más que las fuentes de luz tradicionales, manteniéndolo despierto, interrumpiendo el sueño o teniendo otros efectos en su ritmo circadiano.
Las pantallas de los dispositivos electrónicos modernos se basan en la tecnología LED. Las pantallas típicas tienen LEDs rojos, verdes y azules controlados individualmente y agrupados en un dispositivo a todo color. Sin embargo, son los LED de luz blanca brillante, que retroiluminan las pantallas de los teléfonos inteligentes, las tabletas y los ordenadores portátiles, los que producen la mayor cantidad de luz azul.
Todo se reduce a esto: los aparatos electrónicos de consumo no son perjudiciales para la retina por la cantidad de luz emitida. Por ejemplo, los recientes iPhones tienen una luminosidad máxima de unas 625 candelas por metro cuadrado (cd/m2). Más brillante aún, muchas tiendas minoristas tienen una iluminación ambiental dos veces mayor. Sin embargo, estas fuentes palidecen en comparación con el sol, que produce una iluminación ambiental más de 10 veces mayor.
La luz azul de alta intensidad procedente de cualquier fuente es potencialmente peligrosa para los ojos. Las fuentes de luz azul de la industria están filtradas o apantalladas a propósito para proteger a los usuarios. Sin embargo, puede ser perjudicial mirar directamente a muchos LEDs de consumo de alta potencia simplemente porque son muy brillantes.
En comparación con el riesgo derivado del envejecimiento, el tabaquismo, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión arterial y el sobrepeso, la exposición a los niveles típicos de luz azul de los aparatos electrónicos de consumo es insignificante en términos de aumento del riesgo de degeneración macular o ceguera. Además, las pruebas actuales no apoyan el uso de lentes que bloquean esta luz azul para proteger la salud de la retina, y los anunciantes han sido incluso multados por afirmaciones engañosas sobre este tipo de lentes.
Conclusión
La luz de los dispositivos electrónicos no va a aumentar el riesgo de degeneración macular ni a dañar ninguna otra parte del ojo. Sin embargo, el uso de estos dispositivos puede alterar el sueño o perturbar otros aspectos de su salud o el ritmo circadiano. Si formas parte del gran número de personas que entran en esta categoría, habla con su médico para tomar medidas y limitar el uso de dispositivos por la noche, cuando es más probable que la luz afecte a su reloj biológico.
Diseño y Desarrollo HardNET Web Design | Politica de Cookies
Copyright @ 2024 Sonido Noise Todos los derechos reservados